lunes, 27 de julio de 2015
Amor no humano
Ella sufría una transformación.
Su alma estaba rota y aun así pedía a gritos no desmoronarse.
¿Cómo sacaba su dolor?
¿Cómo hacer que se consuma rápido?
El tiempo pasaba lento...
Otra fiel compañera en el sillón lo sabia,
sentía lo mismo o aún peor,
pero no parecía gritarlo.
Sola, cabeza gacha
se hundía en un sueño profundo para despertar en otra realidad,
en otro día soleado con el.
Las lágrimas de ambas llenaban el espacio de alfileres invisibles.
Ella sufría una transformación,
de hecho la compartía,
una en la que la felicidad estaba a un puñado de ellas,
esa que jugaba con ambas,
esa que amaba a ambas.
Un amor no humano,
un amor real.
Fénix Mars
Tesoro
" El tipo entra al porvenir reculando" con una mezcla de miedos y ansias por empezar su aventura cargado con viejas vestiduras, esas que lo acompañaron en su infancia y su crecimiento. Va a paso lento, a paso rápido, buscando constantemente algo que lo llene, que lo haga sentir más vivo que el motor de su alma. ¿Qué es ese algo? Me han dicho que ni todo el oro del mundo, ni todo el trigo, ni todas las mujeres son suficientes para un solo hombre, que lo recordara y me resignase pero claramente el tesoro buscado está distorsionado por el tic tac de lo normal, lo mecánico, lo efímero. El hombre necesita desprenderse de viejos trapos que le pesan en su marcha para así encontrar los sabores no descubierto, los matices nuevos por ver. Así como el ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que lo contuvo, nuestro grito silencioso, pero existente en este circulo, lleva consigo la historia bebida a sorbos que nos hizo. Ese grito tan desgarrado se libera cuando vemos más allá de lo establecido, cuando las injusticias se desnudan o cuando la infelicidad pese a tener un castillo de oro nos deshace.
Como los antiguos caballeros señores, la vida usa espuela, lo importante es apreciar esos pinchecitos como una manera de dar un paso para descubrirnos. Eso es lo que nos queda, nuestro tesoro.
Fénix Mars~
Alfil
Me había levantado pasadas las 15hs en un estado patético, me sentía como en un envase machacado, pero no físicamente sino algo mucho más doloroso. Qué hacer cuando el botón de detonar esta en nuestro pecho?
Se esfuman las nubes, tiemblan los pies y nos desmoronamos, nos mezclamos con el polvo hasta ser parte de él.
Lo aborrezco, mis debilidades llegan así cuatrimestralmente y muchas no las puedo aprobar. No puedo cerrar el telón.
Lo aborrezco, mis debilidades llegan así cuatrimestralmente y muchas no las puedo aprobar. No puedo cerrar el telón.
Decidí salir un poco, camino a algo que me genera dudas pero aun así voy. También soy como aquellos que les gusta tener un clavo en la mano.
El cielo está tan gris que me camufló con el, soy su reflejo en el suelo, una baldosa más del camino.
El cielo está tan gris que me camufló con el, soy su reflejo en el suelo, una baldosa más del camino.
Doblo en la esquina de los árboles desnudos y me siento. Me encuentro en la plaza, soy un alfil desprotegido.
- Es basura todo esto y más, me digo.
De a poco volvería a ganar sin preguntarme nada.
Ella estaba acercándose, yo me alejaba.
-Cobarde, ¿por qué tuve que venir? Me iré antes que vos.
Ella estaba acercándose, yo me alejaba.
-Cobarde, ¿por qué tuve que venir? Me iré antes que vos.
La música suena en mis oídos, canciones que canta mi boca muda anhelando que escuches mi voz por detrás de esta puerta imaginaria.
El telón no se cierra, sigue abierto esperándome y las estrellas que se desvanecieron al presionar el detonador dejaron un cielo nuevo por llenar.
El telón no se cierra, sigue abierto esperándome y las estrellas que se desvanecieron al presionar el detonador dejaron un cielo nuevo por llenar.
Me sigo alejando cada vez más, cerca de casa, volveré a entrar en mi.
Volveré a sacar la basura.
Volveré a sacar la basura.
Fénix Mars
miércoles, 29 de abril de 2015
Cenizas-cercano sol
Las estrellas se consumian en el fuego de la oscuridad, en un pequeño espacio fuera de la casa que refugiaba mucho más de lo que parecía.
Cuánta quietud habitaba esta noche, cuánta indiferencia junta.
Decisiones se deslizaban por las brasas a punto de menguarse, así también como su calma.
El silencio esta vez no atormentaba, era lo que tenía que ser, era la noche que se tragaba los espacios, los sentimientos.
Ahogaba en las cenizas lo poco que quedó de algo efímero, se entumecían los sentidos de nuevo a la espera de algo diferente, algo que por primera vez durara en el espacio-tiempo, en la vida misma.
Navegaba una y otra vez los mismos caminos, encendía una esperanza que se apagaba rápido, cual flama pequeña, cual ser sin ser.
Los días de sol acaparaban los cielos, se reflejaba en las copas de los árboles dorados una señal de sentido, algo que hizo que ella siguiera hacia su próximo sol.
Cuánta quietud habitaba esta noche, cuánta indiferencia junta.
Decisiones se deslizaban por las brasas a punto de menguarse, así también como su calma.
El silencio esta vez no atormentaba, era lo que tenía que ser, era la noche que se tragaba los espacios, los sentimientos.
Ahogaba en las cenizas lo poco que quedó de algo efímero, se entumecían los sentidos de nuevo a la espera de algo diferente, algo que por primera vez durara en el espacio-tiempo, en la vida misma.
Navegaba una y otra vez los mismos caminos, encendía una esperanza que se apagaba rápido, cual flama pequeña, cual ser sin ser.
Los días de sol acaparaban los cielos, se reflejaba en las copas de los árboles dorados una señal de sentido, algo que hizo que ella siguiera hacia su próximo sol.
Cercano y próximo sol.
Fénix Mars~
Tonos de caribe
"Como si las flores arrebataran el cielo", asi se sentian sus abrazos. Noches de lunas brillantes se posaban en su espalda, danzarinas, juguetonas, me tentaban a seguirlas. Una vieja canción me traía la sensación ideal para tener un dia perfecto.
Comenzaba a quererlo más de la cuenta.
Surgían los soles en sus ojos, como dos fuegos, de nunca acabar. Hipnotizada bailaba sobre su luna.
Una asfixia de a tiempos podría acabar el, con sus tonos de caribe que al aire hacían enternecer, con su canto dulce de vida.
Revoluciones adentro mio saltaban buscando un nuevo lugar en estos tiempos de anhelo, lo podía ver, lo podía hacer. Asi me debía sentir.
Surgían los soles en sus ojos, como dos fuegos, de nunca acabar. Hipnotizada bailaba sobre su luna.
Una asfixia de a tiempos podría acabar el, con sus tonos de caribe que al aire hacían enternecer, con su canto dulce de vida.
Revoluciones adentro mio saltaban buscando un nuevo lugar en estos tiempos de anhelo, lo podía ver, lo podía hacer. Asi me debía sentir.
"Creerlo jamás, vivirlo si" le dije al final.
Se deslizaban las hojas de dorado otoño, entre su pelo, entre mis ansias de un beso más.
Se deslizaban las hojas de dorado otoño, entre su pelo, entre mis ansias de un beso más.
Fénix Mars~
Amantes ausentes
Infinidad de pasos sin sentido, un alma rota que se alza
y la felicidad consumida en un vaso de alcohol barato.
Así pasaba las horas, desinfectandose las heridas que se reabrieron por culpa de mentiras nuevas iguales a las anteriores, iguales a las que envolvieron una vez su cuerpo en esos días de comienzos de recorrido.
Ya no se miraban, ya no se sentian, se había dejado atrás hace mucho para no verlo jamás.
Dos armas diferentes se alzaban por partes distintas, se querían escapar de una tortura silenciosa que hervía los soles y así explotaban los sentidos.
La conciencia carcome, la duda también.
Lograron su meta, un último dia mas, probaron así de nuevo que al amarse eran indiferentes.
De esa forma se alejaron los amantes ausentes, así se alejaron para volver a la realidad.
El era una rosa marchita, ella estaba a punto de aflorar.
Fénix Mars~
A destiempo
Era diferente, claro que lo era. Sus pasos tenían otra marcha, una que para el era unica y decidida.
Hacia ya unos años que sus ideales habían cambiado, que se había dado cuenta de toda esa mierda que rodeaba la ciudad y por qué no, el mundo entero.
Esa gran bola que giraba arrastrando a su par a lo que la contenía no iba a poder con el. Estaba transformado, uniendo cabos, deshaciendo lo tangible.
Era un reto demasiado grande pero no imposible. "Imaginen la libertad, esa que viene de la mente, imaginenla llenando sus poros, hirviendo su sangre, y manifestando el mejor camino posible.
Sientanla parte de si y ahí comienza la rueda a andar nuevamente, una que nos haga trascender por y para la vida, por y para nuestro sol." - decia.
Y asi emergió uno mas que plantaría su semilla, que con las manifestaciones mas puras de su alma dejaria un legado de colores alegres, de cielos disfrutados hasta el final, de versos cantados o leídos que impulsarian a cualquier alma libertina, a cualquier reloj que va a destiempo.
Fénix Mars~.
Otoño
Un día como cualquier otro encontré la risa a la vuelta de un árbol frondoso, en ese mismo donde me dispuse a compartir el sol y la totalidad del celeste cielo sobre mi.
Paseaba entre dorados suelos de entendimiento, mi vida, tan entre mis manos, comenzaba a desnudarse.
Había cosas que eran mejor dejar pasar, como todo aquello que alguna vez trajo barro. Me había deshecho de ciertas envolturas que parecían de piedra porque ese maldito tiempo las había sellado.
Ahora quizá estaba mas cerca. Aun así, con poco más de ese enorme verde frente a mi, no disponía a acomodar tanto embrollo, solo quería perdurar.
Paseaba entre dorados suelos de entendimiento, mi vida, tan entre mis manos, comenzaba a desnudarse.
Había cosas que eran mejor dejar pasar, como todo aquello que alguna vez trajo barro. Me había deshecho de ciertas envolturas que parecían de piedra porque ese maldito tiempo las había sellado.
Ahora quizá estaba mas cerca. Aun así, con poco más de ese enorme verde frente a mi, no disponía a acomodar tanto embrollo, solo quería perdurar.
¿Acaso no todos lo buscamos? Que esto no muera jamás porque solo así volvería a repetir el silencio.
Me hundo en los colchones de hojas, en las aves juguetonas de las ramas que hablan entre si, señalándome, porque se que lo hacen y dicen que hay algo; también me hundo en un roble dulce que me acaricia suave con su brisa...
Me hundo en los colchones de hojas, en las aves juguetonas de las ramas que hablan entre si, señalándome, porque se que lo hacen y dicen que hay algo; también me hundo en un roble dulce que me acaricia suave con su brisa...
...es otoño
y todo esta resurgiendo,
es otoño
y empiezo a encontrarme otra vez.
y todo esta resurgiendo,
es otoño
y empiezo a encontrarme otra vez.
Fénix Mares ~
Quemarse
Cuánto sin sentido sin solución, los redoblantes sonaban en su cabeza.
A eso que se llamaba tranquilidad solo la podía encontrar entre los caminos de bosques y montañas, lejos de allí.
Dijeron que el conocimiento de un ser hacia sí mismo podría controlar tanto fuego contenido en este enfermizo envase. Pero no, a veces no basta con eso. Se tiene que aprender: aprender a ver a los ojos al sol, desnudarnos de durezas paganas e inconclusas.
Así, a paso dudoso, latía el alma entre sus manos rígidas como latian las preguntas en su cabeza.
Dijeron que el conocimiento de un ser hacia sí mismo podría controlar tanto fuego contenido en este enfermizo envase. Pero no, a veces no basta con eso. Se tiene que aprender: aprender a ver a los ojos al sol, desnudarnos de durezas paganas e inconclusas.
Así, a paso dudoso, latía el alma entre sus manos rígidas como latian las preguntas en su cabeza.
Un cuento mal contado había pasado entre sus ojos pero sabía que el final no era más que de su propia autoría.
Lento cae, se desmorona, encuentra el vuelo.
En el silencio se encontraban pequeños murmullos y en el ruido las fauces de los que confundian su marcha.
En el silencio se encontraban pequeños murmullos y en el ruido las fauces de los que confundian su marcha.
-Basta ya, se dijo, las doce daban la medianoche.
Ahogaría el miedo en ese vaso medio lleno de ron y su último cigarrillo.
Fénix Mars~
Hombre de montaña
El se encontraba en la montaña, allá en donde el sol sacaba a jugar a las águilas que lo invitaban a soñar. La utopía se encendía en sus ojos color roble.
Lo enternecían las nubes sobre su espalda y solían arder los bosques en sus manos cuando el sentía. Su risa animaba las mariposas en el viento. Allí se encontraba, lejos pero tan cerca, de un amor brillante en su entera alma.
Los sonidos hacían eco en los pasos de cualquiera que pasaba por allí, sonidos a guitarra limpia, limpia el horizonte. Nada más existía.
Tanta desigualdad consumada en los oyentes, tanta impunidad alargada en el tiempo de esos que ya no hacían más que caminar a la par. Y el, allá, en la montaña, entre paz, verde y cielo. El vino que no saciaba el alma ausente corría entre venas de pudor; inconsciencia moral visible en este mundo que revolvía mares y distancias.
El sinsentido emergió pero nunca lo pudo alcanzar porque el se encontraba lejos, ya lo había dicho antes, solo lo tocaban otros aires lejanos de entendimiento.
Sentires posicionaban su mente que lo transmitía a una mano emergente de un arcoiris. Ahí, uno más uno dos, un respiro que daba algo diferente, una voz.
El se encontraba en la montaña, lejos pero tan cerca, lejos pero no inalcanzable, encontrábase su guarida.
Fénix Mars~.
miércoles, 25 de marzo de 2015
Falsedad
Urgían los demonios en su cuerpo, las dualidades nunca fueron buenas para ser procesadas.
Las victorias se desmoronaban por los fracasos del alma, esos que irrumpen justo cuando parecía que todo iba a repuntar; como un recuerdo vagaban tratando de sumar al ser que indecorosamente caía en redes aleatorias, redes de falsa fe, del falso yo.
Ni siquiera el más prudente adivino solucionaría tantos refucilos ni siquiera la entrega parcial de ese cristal, vuelto piedra por el entorno, que marca los latidos de nuestros pasos podría. Solitarios se consumirían en cenizas.
La mente, fiel amiga hasta el delirio espectral, sirve tanto de hilo conductor como de detonante, jamas se apaga por lo que continua con su acecho constante a tanto manojo de bondades alteradas y corazones rotos. Ya no había más que esperar, el otoño tapaba el sol con una mano y se posaba con la otra en los cuerpos para poder así congelar la última llama, escondida, pequeña, de ese calor que se crea dentro, lejos del sol.
Inmóviles ante el viento frío de los primeros días de abril son testigos de como las capas se van cayendo hasta dejar una ínfima raíz que al salvarse conservaría el fuego antes pronunciado para germinar en el más sinuoso bosque, listo para volver a enredarse y que tal vez así haya un nuevo comienzo. Ningún camino carece de dificultades, ninguna vida deja de perecer para encontrarse y volver al ruedo.
Urgían los demonios en su cuerpo, las dualidades nunca fueron buenas para ser procesadas.
Imágenes que van, que vienen, todo el tiempo, preguntándose por la moral de las mismas...imágenes de seres que se posan en los tableros elegidos para sanar, acompañar, dificultar, el próximo paso. Imágenes que quizá no se puedan dejar de sentir.
La sordidez de estos tiempos aleja hasta a uno mismo de su centro, solo algunos se encuentran, otros bailan bajo el cielo de nubes que lloran dudas, un sol lejano , un incorrecto dios.
Las victorias se desmoronaban por los fracasos del alma, esos que irrumpen justo cuando parecía que todo iba a repuntar; como un recuerdo vagaban tratando de sumar al ser que indecorosamente caía en redes aleatorias, redes de falsa fe, del falso yo.
Ni siquiera el más prudente adivino solucionaría tantos refucilos ni siquiera la entrega parcial de ese cristal, vuelto piedra por el entorno, que marca los latidos de nuestros pasos podría. Solitarios se consumirían en cenizas.
La mente, fiel amiga hasta el delirio espectral, sirve tanto de hilo conductor como de detonante, jamas se apaga por lo que continua con su acecho constante a tanto manojo de bondades alteradas y corazones rotos. Ya no había más que esperar, el otoño tapaba el sol con una mano y se posaba con la otra en los cuerpos para poder así congelar la última llama, escondida, pequeña, de ese calor que se crea dentro, lejos del sol.
Inmóviles ante el viento frío de los primeros días de abril son testigos de como las capas se van cayendo hasta dejar una ínfima raíz que al salvarse conservaría el fuego antes pronunciado para germinar en el más sinuoso bosque, listo para volver a enredarse y que tal vez así haya un nuevo comienzo. Ningún camino carece de dificultades, ninguna vida deja de perecer para encontrarse y volver al ruedo.
Urgían los demonios en su cuerpo, las dualidades nunca fueron buenas para ser procesadas.
Imágenes que van, que vienen, todo el tiempo, preguntándose por la moral de las mismas...imágenes de seres que se posan en los tableros elegidos para sanar, acompañar, dificultar, el próximo paso. Imágenes que quizá no se puedan dejar de sentir.
La sordidez de estos tiempos aleja hasta a uno mismo de su centro, solo algunos se encuentran, otros bailan bajo el cielo de nubes que lloran dudas, un sol lejano , un incorrecto dios.
Fénix Mars-.
viernes, 13 de marzo de 2015
Eterna Inocencia - Tan Lejos
Abre tus ojos...
y un fuerte golpe contra el muro
la tierra desdibujada
y más sombras...
pilares erosionados del ayer
Nada de lo construido hasta hoy
nos pertenece, ni tampoco su ilusión
Sólo hay vientos y cenizas
de nuestra fiebre, nuestro fuego y nuestro sol...
y un fuerte golpe contra el muro
la tierra desdibujada
y más sombras...
pilares erosionados del ayer
Nada de lo construido hasta hoy
nos pertenece, ni tampoco su ilusión
Sólo hay vientos y cenizas
de nuestra fiebre, nuestro fuego y nuestro sol...
Suerte echada (gira y gira)
Las fechas pasaban, interminablemente. Agobiada la cabeza de este mundo que gira y gira, me mezclo con el. Soy lo estreñido de estos días de cielos absolutamente celestes, puros, que no hacen más que desenvolver la rutina en los hombros de los esperanzados. Aun así quizá todo pueda mejorar.
La balanza siempre esta condicionada por el azar de los controladores que impelen ese gran afán de superación totalmente materialista, por no decir invisible.
Ya queramos nosotros poseer ese magnifico don por unos minutos, un don que bien utilizado podría menguar cualquier llanto del paisaje (el nuestro).
Metas claras se difuminan ante esa maldita empresa que moldea y moldea, castigando así a lo poco que podía quedar en pie de nuestro fuero interno.
La suerte ya esta echada, ¿no lo he dicho?, las uniones se deshicieron para dar paso a un individualismo absorto en estupideces faranduleras que hacen crear su propia verdad, su propia idea siempre bien apañada por alguien que ni se recuerda el nombre, pero se asegura su existencia.
Feas realidades comenzaban a desatarse así, porque si el todo se quiebra, se quiebra uno también. Será energía, serán los cosmos, será lo que les hagan creer que sea y lo que otros también querrán creer.
Muchos acallados quieren despertar, muchos ansiosos preparan su revolución.
Se sabe que nunca más se regresa, se sabe que lo engorroso no se borra pero seremos los que seremos para discutirlo gozando de una libertad poco palpable que se acumula en nuestras retinas cuando pensamos o dormimos y así le daremos vida a esa libertad.
Nada pasara ahora pero la espera terminará, Para ese entonces nos reconoceremos en forma de versos, otras en bellas obras, danzas y hasta en una canción; milagrosas manifestaciones guardaran nuestro nombre, nuestros recuerdos, nuestros legados a la espera de que en otro futuro los que gobiernan sean los gobernados.
La balanza siempre esta condicionada por el azar de los controladores que impelen ese gran afán de superación totalmente materialista, por no decir invisible.
Ya queramos nosotros poseer ese magnifico don por unos minutos, un don que bien utilizado podría menguar cualquier llanto del paisaje (el nuestro).
Metas claras se difuminan ante esa maldita empresa que moldea y moldea, castigando así a lo poco que podía quedar en pie de nuestro fuero interno.
La suerte ya esta echada, ¿no lo he dicho?, las uniones se deshicieron para dar paso a un individualismo absorto en estupideces faranduleras que hacen crear su propia verdad, su propia idea siempre bien apañada por alguien que ni se recuerda el nombre, pero se asegura su existencia.
Feas realidades comenzaban a desatarse así, porque si el todo se quiebra, se quiebra uno también. Será energía, serán los cosmos, será lo que les hagan creer que sea y lo que otros también querrán creer.
Muchos acallados quieren despertar, muchos ansiosos preparan su revolución.
Se sabe que nunca más se regresa, se sabe que lo engorroso no se borra pero seremos los que seremos para discutirlo gozando de una libertad poco palpable que se acumula en nuestras retinas cuando pensamos o dormimos y así le daremos vida a esa libertad.
Nada pasara ahora pero la espera terminará, Para ese entonces nos reconoceremos en forma de versos, otras en bellas obras, danzas y hasta en una canción; milagrosas manifestaciones guardaran nuestro nombre, nuestros recuerdos, nuestros legados a la espera de que en otro futuro los que gobiernan sean los gobernados.
...solo para llegar a eso,
vale la pena el no tan prosaico viaje
de mi mente a mi ser,
de mi ser a una manifestación,
de la manifestación al mundo,
ese que gira y gira...
Me mezclo con el.
Fénix Mars
martes, 3 de marzo de 2015
Siluetas
Despertaba de un sueño profundo que parecía haber saciado su cansancio,
en una cama ajena lejos de sus vestiduras
veía como el ventilador de techo hacia girar la habitación entera.
Un brazo rodeaba su cintura dando la estocada final a lo acontecido horas atrás.
Fue algo casual, conocerse, mirarse y atreverse.
Las preguntas bajaban junto con los ínfimos rayos de sol que se animaban a salir entre las nubes.
No se sentía vació, no, se sentía diferente, quizá el, con su inocencia abrazada a la almohada lo hacia, quizá ella con tanto por aflorar también.
Sin nada que decir, sin nada que deber , llenaban el espacio de caricias invisibles,
a la regla eran la excepción.
Perdiéndose entre sabanas con cada encuentro, colgaban el amor en el perchero del cuarto
solo para ponérselo al salir.
Ella soñaba, claro que soñaba, pero lejos de caer en cualquier término, en cualquier frase armada y dicha miles de veces sin sentido, prefería quedarse así,
acobijada entre los versos de amor que podrían ser y los que fueron,
No podía pedir más, después de tantas pinceladas de matices oscuros que habían dejado
en el lienzo que conformaba su cuerpo,
era hora de cambiar las reglas, empezar al revés.
Jugaban a llenar algo inllenable, ambos, románticos y traviesos.
Jugaban a desvestirse entre charla y charla, entre cigarrillo y cigarrillo.
La lluvia sonaba por lo bajo al compás de sus respiraciones,
se dormía una silueta sobre otra esperando el sonar del despertador,
esperando por dentro un minuto más de un beso que no dejaba de ser prestado.
Fénix Mars-.
miércoles, 25 de febrero de 2015
Magnificencia
Una tarde cálida de Febrero desparramaba nubes ceraza en el cielo invitando a las flores a iniciar su danza en recibimiento del lucero mas grande de todos. Atravesaba el jardín de la casa con el perfume de los jazmines en su pecho que llenaban el aire.
Nadie podía siquiera destruir este espacio tan puro, nadie podría quitarle jamas la belleza misma a cada gota de verde que brotaba de la tierra debajo de sus pies. La tranquilidad inundaba el espacio, lo llenaba de movimiento.
Mariposas salían del capullo como su aliento, otra vez iniciaba su cuento de arcoiris camuflados en veredas, en su blusa.
¿Qué seria de este verano sin colores, sin reflejos de luz que por más que nos toquen infimamente aprendemos a llenarnos de ese único halo? ¿Qué seria de un final sin comienzo?.
La luna ya estaba sobre el cielo, sirviendo de guía a las mariposas, a las luciérnagas, a nosotros mismos, sin nada a cambio mas que la promesa de que jamas le negaríamos una sola mirada. La misma promesa pedían los bosques, los pocos, que dibujaban el mas frondoso paisaje y a lo lejos de su sombra, el mas inhóspito desierto surgía. Almas quebradas posaban en las laderas, en ese olvido árido que soltaba gritos al viento de tintes arena.
Pero no quería, no, se rehusaba a desviar la vista hacia tan monstruoso escenario a lo lejos, solo necesitaba respirar la pureza pincelada a su lado.
El tiempo le había demostrado la verdad, esa sabia certeza que marca el camino de cada quien que la descubre, ahora solo quedaba estrujarla y sumergirse.
Resurgía así de nuevo, sus pasos, sus ansias, un futuro en donde ese desierto podría ser un manantial...un magnificente valle de Luna.
Nadie podía siquiera destruir este espacio tan puro, nadie podría quitarle jamas la belleza misma a cada gota de verde que brotaba de la tierra debajo de sus pies. La tranquilidad inundaba el espacio, lo llenaba de movimiento.
Mariposas salían del capullo como su aliento, otra vez iniciaba su cuento de arcoiris camuflados en veredas, en su blusa.
¿Qué seria de este verano sin colores, sin reflejos de luz que por más que nos toquen infimamente aprendemos a llenarnos de ese único halo? ¿Qué seria de un final sin comienzo?.
La luna ya estaba sobre el cielo, sirviendo de guía a las mariposas, a las luciérnagas, a nosotros mismos, sin nada a cambio mas que la promesa de que jamas le negaríamos una sola mirada. La misma promesa pedían los bosques, los pocos, que dibujaban el mas frondoso paisaje y a lo lejos de su sombra, el mas inhóspito desierto surgía. Almas quebradas posaban en las laderas, en ese olvido árido que soltaba gritos al viento de tintes arena.
Pero no quería, no, se rehusaba a desviar la vista hacia tan monstruoso escenario a lo lejos, solo necesitaba respirar la pureza pincelada a su lado.
El tiempo le había demostrado la verdad, esa sabia certeza que marca el camino de cada quien que la descubre, ahora solo quedaba estrujarla y sumergirse.
Resurgía así de nuevo, sus pasos, sus ansias, un futuro en donde ese desierto podría ser un manantial...un magnificente valle de Luna.
Fénix Mars.
viernes, 13 de febrero de 2015
Fin
Que torpe que fue, al creer, sentir, reparar lo que no se podía. Yacía muda a la espera de una confrontación al menos fingida que bien sabia nunca iba a llegar.
Preso su ser en esta rueda de silencios y porqués que es la vida, de este mundo que solo le da chances al descaro por encima de lo real, presa, en una cárcel cuyos barrotes ella misma había creado...comenzaba a respirar.
Ya no alcanzaban las palabras, ni siquiera la idea de esculpirlas en un trozo de papel podría poner un paño en su herida; la calma de las aguas no implicaba más que fortaleza.
El se lo había dicho, la habían destruido como se destruye algo que por fuera resplandece.
Su corazón se encogía en sus manos y ella, sin alma, lo quería, solo se encontraba en la penumbra.
¿Cuántas dudas agitaban su suelo? ¿Cuántas veces su presencia colmaría el ambiente de una estática que atraía pero se dejaba soltar?. La mente divagaba a cuestas un recuerdo a la par de un olvido que enmarañaba las miradas perdidas.
Todavía lo sentía, ese rubor del alma, quizá una confusión, quizá un sentimiento, ¿Qué importaba?, aun así el tiempo los iba a esclavizar para exprimirlos en un mar de lunas y soles, para ver si algún día volverían a tocar sus manos.
Ya no voltearía a mirar ese pozo dos veces cavado, no, debía volver a dibujar su persona, construirla como un puente hacia el mejor camino posible por más de que en su pensamiento solo podía teñirlo de un gris opaco, soledad.
Dolían los rayos del sol a la mañana, una caricia constante de esfuerzo, se encontraban entre paredes de terciopelo: el, amor, ella, resentimiento.
Su pluma garabateo un "Fin"
Fénix Mars-.
jueves, 5 de febrero de 2015
Precesión de los equinoccios
Un sorbo de oscuridades hilvanadas en las persianas, algo más quieren decir las paredes. Son dos sistemas inversos, equívocos, arraigados que sienten al menos la ínfima brisa a sus pies.
Marte respiraba fuerte, parecía querer iniciar un huracán pero no podía más que esperar, sus cielos se desmoronaban por dentro.
Urano apacible, orgulloso, soltaba una tranquilidad mentirosa que solo el entendía. Ambos estaban colisionando entre si de mil maneras. Sucumbía los instantes de miel entre sus bocas apagadas. Sucumbía los laberintos puestos a su merced que enroscaron la historia para luego desecharlos en un espacio.
Nubes oscuras, palmeras de sombras y luces anaranjadas se estancaban en las órbitas de estos dos cuerpos, que a su manera, luchaban con fuego, luchaban con agua.
La precesión de los equinoccios habia hecho estragos, los alejaba cada vez más sin terminar con esa pasión ferviente en cada uno.
Marte respiraba fuerte, sabia del punto sin retorno, ese en el que uno se sumerge por instantes en su movimiento circular constante por el universo.
Urano apacible, orgulloso, tomaba para si cada instante oscuro para derramarlo en su sienes de ensueño, lejos de una charla, un ultimo por qué. Ambos se marchitaban en su lecho.
Marte respiraba fuerte, parecía querer iniciar un huracán pero no podía más que esperar, sus cielos se desmoronaban por dentro.
Urano apacible, orgulloso, soltaba una tranquilidad mentirosa que solo el entendía. Ambos estaban colisionando entre si de mil maneras. Sucumbía los instantes de miel entre sus bocas apagadas. Sucumbía los laberintos puestos a su merced que enroscaron la historia para luego desecharlos en un espacio.
Nubes oscuras, palmeras de sombras y luces anaranjadas se estancaban en las órbitas de estos dos cuerpos, que a su manera, luchaban con fuego, luchaban con agua.
La precesión de los equinoccios habia hecho estragos, los alejaba cada vez más sin terminar con esa pasión ferviente en cada uno.
Marte respiraba fuerte, sabia del punto sin retorno, ese en el que uno se sumerge por instantes en su movimiento circular constante por el universo.
Urano apacible, orgulloso, tomaba para si cada instante oscuro para derramarlo en su sienes de ensueño, lejos de una charla, un ultimo por qué. Ambos se marchitaban en su lecho.
Fénix Mars~
lunes, 2 de febrero de 2015
sábado, 31 de enero de 2015
Paralisis
Se deshacían entre paredes de cortón, un día más haba vociferado en sus rostros cansados.
Los aplastaba la corriente vacía, de aire, de entendimiento; ya no se mecían mutuamente, no se podían encontrar.
No había más que hielo entre ellos, una perfecta sincronía desincronizada.
Ella haba compartido una parálisis, la había hecho parte de si porque el cuerpo que la llevaba no podía solo y se trago su mundo. La paralizó hasta cuando ya no estaba.
Desechizados uno por otro no hacían mas que consumirse las bajezas, de retorcerse hasta sangrar. ¿Cuánto de humanidad puede haber en quien ya la había perdido? ¿Cuánto dolor se puede soportar hasta caer en el letargo de una vida miserable?.
Ella haba compartido una parálisis, la había hecho parte de si porque el cuerpo que la llevaba no podía solo y se trago su mundo. La paralizó hasta cuando ya no estaba.
Desechizados uno por otro no hacían mas que consumirse las bajezas, de retorcerse hasta sangrar. ¿Cuánto de humanidad puede haber en quien ya la había perdido? ¿Cuánto dolor se puede soportar hasta caer en el letargo de una vida miserable?.
El se convirtió en un tempano, sus ojos decían hasta lo que callaba y también, la parálisis lo había tomado a el pero no de una forma total sino una q paralizó lo poco que quedaba de despierto en su pecho.
Cada día que pasaba la muerte de la consciencia atravesaba los cuartos, cada día que pasaba se convertían en envases vacíos, en refugiados de las sombras, desesperados, en su parálisis.
Ya era tarde, dos rocas más que yacían, dos más en su camino...
Fénix Mars~
miércoles, 28 de enero de 2015
Olvido
Comenzaba su encierro, de aire, de vida. Nada ni nadie poda devolverle el sabor a primavera pasado ni siquiera el perfume que tanto añoro en estos tiempos. Era algo q deambulaba, no por ser de una manera sino por los que eran en su entorno. Sometida al olvido, a ese estante lleno de polvo de su casa no hacia más que tratar de vendar sus heridas que no paraban de supurar. Supuraban el no recuerdo, supuraban engaños y ella solo quería salir, dejar atrás. Ya nadie entendía su voz pues se la habían robado para que no luche, ya nadie miraba su cielo porque lo habían tapado con tan solo una mano. Pobre niña que seguía creyendo, pobre vida que ya no encontraba su cauce. Ahora vagaba, como una estrella vagaba, sola en el universo, sola en la oscuridad. Y qué de aquellos que prometieron? Y qué de aquellos que rezaron? Pues nada daba más consuelo que el amor que yacía en el olvido, un olvido de rosas y fuertes vientos, un olvido de cigarrillos consumidos en el dolor de un pecho que fue fuerte hasta donde pudo, hasta donde cavaron la tumba de su adiós. Y en esos vientos de otoño la ves danzar, claro que la ves danzar, anda quebrada anunciando lluvias y tormentas, anda tratando de encontrar el amor que se fue y que nunca, jamas, giro en la partida. Sola, quebrada, una más de la memoria ausente, de tu olvido, del mio.
Confiezo
Con el efecto melancólico del antes, vuelvo. Soy esa misma de carne y hueso más no de ser.
Mis ojos no pueden ocultarte, cansados de buscar por fin encontraron el eslabón de tanta historia inconclusa.
Quizás mis manos no ayuden a encaminar tu cauce, más así lo acrecenten, quizá el mío se una al tuyo por la noche creando algo enorme como lo que guardamos en nuestro pecho, quizá.
Confiezo que solo quiero ver tu sonrisa asomarse como el sol cada día, vivir en un cielo para ser acobijada por estrellas, las tuyas, que siempre debieron acompañarme y que por suerte volví a ver para no dejarlas mas. Estoy de regreso a una mirada que siempre tiene algo nuevo para darme, a unos brazos que me aferran a un destino que siempre soñé.
Nubes rosas se posan sobre ambos, respiremos ansias, un día mas juntos, amor.
Mis ojos no pueden ocultarte, cansados de buscar por fin encontraron el eslabón de tanta historia inconclusa.
Quizás mis manos no ayuden a encaminar tu cauce, más así lo acrecenten, quizá el mío se una al tuyo por la noche creando algo enorme como lo que guardamos en nuestro pecho, quizá.
Confiezo que solo quiero ver tu sonrisa asomarse como el sol cada día, vivir en un cielo para ser acobijada por estrellas, las tuyas, que siempre debieron acompañarme y que por suerte volví a ver para no dejarlas mas. Estoy de regreso a una mirada que siempre tiene algo nuevo para darme, a unos brazos que me aferran a un destino que siempre soñé.
Nubes rosas se posan sobre ambos, respiremos ansias, un día mas juntos, amor.
viernes, 16 de enero de 2015
Absorber/desbordar
Encontrábase aferrada a un alma, a un cuerpo que pintado por gotas de luna la atrajo nuevamente a su historia.
Así pasaban su tiempo al compartir suspiros interminables que se colaban en el cuarto como los últimos rayos del día. Las sonrisas encontradas se agitaban en sus manos, las cortinas verdes también.
"Eramos una pluma en un enorme cielo de estrellas imposibles", dos puntas opuestas que querían encontrarse.
Ya carente de luces, ahora sola en su habitación, ahogaba los reproches no acusados en un vaso de tinta sin más remedio para su insomnio.
Anhelaba ese ser, como una extensión de si que ahora necesitaba absorber/desbordar en besos. Lo necesitaba y se necesitaba.
Su mente se había ido hace rato a visitarlo en sueños, solo para tener las respuestas que fueron quedando en el camino; su calma, por su parte, estallaba en colores oscuros sobre las paredes de amarillo sol.
La noche se hacia más larga de lo habitual y no había señal de suspiros, sin quererlo la oscuridad los incorporó en su movimiento.
Estaba sola, aferrada a un cuerpo, un alma que vociferaba su nombre en un tono único y ella, tan en su nube, tomaba las gotas de luna, las desparramaba en su torso solo para abrazar la tibieza desde lejos, de ese ser que nunca dejó de observar como la pluma que se mecía a lo alto.
Fénix Mars ~
Así pasaban su tiempo al compartir suspiros interminables que se colaban en el cuarto como los últimos rayos del día. Las sonrisas encontradas se agitaban en sus manos, las cortinas verdes también.
"Eramos una pluma en un enorme cielo de estrellas imposibles", dos puntas opuestas que querían encontrarse.
Ya carente de luces, ahora sola en su habitación, ahogaba los reproches no acusados en un vaso de tinta sin más remedio para su insomnio.
Anhelaba ese ser, como una extensión de si que ahora necesitaba absorber/desbordar en besos. Lo necesitaba y se necesitaba.
Su mente se había ido hace rato a visitarlo en sueños, solo para tener las respuestas que fueron quedando en el camino; su calma, por su parte, estallaba en colores oscuros sobre las paredes de amarillo sol.
La noche se hacia más larga de lo habitual y no había señal de suspiros, sin quererlo la oscuridad los incorporó en su movimiento.
Estaba sola, aferrada a un cuerpo, un alma que vociferaba su nombre en un tono único y ella, tan en su nube, tomaba las gotas de luna, las desparramaba en su torso solo para abrazar la tibieza desde lejos, de ese ser que nunca dejó de observar como la pluma que se mecía a lo alto.
Fénix Mars ~
jueves, 1 de enero de 2015
Amor Maldito
Imágenes reproducidas en colores tenues, celestes, azules oscuros, cometas.
Un discurso de amor eterno, amor poético, amor como arte en todos sus sentidos.
Maravilloso sentir entremezclado con angustia y desesperación que lo mueve, lo forma, lo seduce;
tan mágico como maldito.
Maldito amor, que nos hace tan susceptibles a la luz como a la sombra, a naufragar hasta que el mismo océano no pueda saciarnos aunque ya lo haya hecho
Maldito amor que sacude los pechos de los protagonistas hasta atraerlos una y otra vez, en un circulo vicioso de cartas rotas como rosas que se marchitan pero que también florecen.
Cielos rosados se presentan entre palmeras de sol, de manos tomadas para nunca ser soltadas pese a que en algún momento el monzón del tiempo lanza su avalancha haciendo que los amantes se aferren no más que a ellos mismos.
El trato esta cerrado, entre diferentes espacios se danza hacia un París de ensueño, en donde las miradas se encuentran como los gestos en silencio.
Maldito amor que relame las heridas de un cuerpo desteñido en el ajetreo de los días,
esos en los que el anhelo no hace mas que unir.
Maldito amor que disputa el tiempo que solo debería ser plasmado en arte y filologías, en besos y caricias pronunciadas al viento que siempre lo vuelve a traer una vez quebrado.
Fénix Mars-.
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