lunes, 27 de julio de 2015

Tesoro

" El tipo entra al porvenir reculando" con una mezcla de miedos y ansias por empezar su aventura cargado con viejas vestiduras, esas que lo acompañaron en su infancia y su crecimiento. Va a paso lento, a paso rápido, buscando constantemente algo que lo llene, que lo haga sentir más vivo que el motor de su alma. ¿Qué es ese algo? Me han dicho que ni todo el oro del mundo, ni todo el trigo, ni todas las mujeres son suficientes para un solo hombre, que lo recordara y me resignase pero claramente el tesoro buscado está distorsionado por el tic tac de lo normal, lo mecánico, lo efímero. El hombre necesita desprenderse de viejos trapos que le pesan en su marcha para así encontrar los sabores no descubierto, los matices nuevos por ver.  Así como el ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que lo contuvo, nuestro grito silencioso, pero existente en este circulo, lleva consigo la historia bebida a sorbos que nos hizo. Ese grito tan desgarrado se libera cuando vemos más allá de lo establecido, cuando las injusticias se desnudan o cuando la infelicidad pese a tener un castillo de oro nos deshace.
Como los antiguos caballeros señores, la vida usa espuela, lo importante  es apreciar esos pinchecitos como una manera de dar un paso para descubrirnos. Eso es lo que nos queda, nuestro tesoro.


Fénix Mars~


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