viernes, 18 de octubre de 2013


Lloraba en laberintos de dolor, sentada en el frió de aquel cuarto me perdí.
El amor se iba de mis manos con cada golpe que mi alma tuvo que sentir.
Me miraba al espejo sin solución, mis ojos no tenían brillo, me habían roto el corazón.
Un sueño se resquebrajaba en mi pecho, no tenia donde correr.
El ya se había ido, dio su ultimo adiós, se fue.
Tomaba entre mis manos mi recurrente "arma", presionaba fuerte, me explotaba.
La bronca y el dolor del alma brotaban de las aberturas,
calmando a mi pecho, crecía mi locura.
...Sus promesas me acuchillaban...
Manchas de rojo vino en el piso, mis brazos llevaban lo mismo.
No era mi cuerpo era mi ser, desgarrado sentir del querer.
Pasaron los años, la noche se hizo día.
Muerte al dios de las pesadillas.
Cicatrizadas las penas quedaron mis marcas de vida.
Sol y sombra en mis muñecas, tapadas con rosas sus mentiras;
del hombre desafiante que mostraste nació mi heroína.

Fénix.-

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