Tarde se da cuenta que sus besos se borran con facilidad como las caricias de ese sol que aparece a la mañana y piensa, que podría haber callado la ternura que existio junto con el entusiasmo de un sentimiento que yace ahora frustrado, ahogado en esa copa de vino blanco que abrazan sus dedos fríos.
Es así donde las palabras dichas se desarman en este otoño, en donde no solo caen las hojas sino todo lo que alguna vez alguien espero.
La culpa corroe, si, bien adentro aunque al fin y al cabo el ganador esta aquí presente, no hay mucho mas que retorcer solo apartarse del camino.
Es tiempo de irse...
Frío, repugnante, insensible deja atrás el cuarto que guarda bajo llave lo que late pero que por un tiempo no lo hará pensando que quizás algún día los trofeos y medallas serán reclamados o dormirán para siempre en ese estante, en ese clavo, en su pecho...
Fénix- Mars
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