domingo, 17 de abril de 2016

A Rayas

Tengo un dolor camuflado a rayas de algo que se fue sin un adiós, de algo que punza x dentro. 
Seguís sin parar en una tormenta pese a todo para darte cuenta al final que si o si no podías evitar mojarte. 
Por fuera todo resplandece, por dentro las heridas abiertas de par en par, un puñado de lágrimas en sangre destilan. Solo no pensar ayuda, y sin embargo en algún momento se piensa. 
Con la casa con una ausencia, con las manos cada vez más vacías uno se retuerce en la silla, uno sigue perdurando al tiempo que desaparece lo que se creía perdurable. 
Soñamos con las lunas eternas, las queremos guardar en nuestro cajón para verlas siempre tan radiantes y sentirnos como ella: pura, intocable, así como esta memoria a pedazos que quiere llegar a él sin poder tocarlo. 
Me imagino un mundo en donde cada cicatriz sea una nube de ensueño, en donde cada paso que doy este acompañado de un sentir no dicotómico de la existencia. 
Pienso, luego existo, pienso y me destruyo. 
Pienso, a la par que me desangro sin sangrar, a la par de uno o más recuerdos.
Me encuentro siguiendo una línea, una que no me deja frenar. 

Es ahora o nunca la conversión: mitad piedra, mitad uno.

Fénix Mars

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