Escuchar de vuelta una melodía que me transporta meses atrás a un andar tranquilo, a dos sonrisas que se anhelaban pero tímidas no resolvían acercarse más.
Era verano, si, recuerdo esos mediodías de viajes a casa o de excusas inventadas para pasar un rato más, una charla más, una risa más.
Todo se compacta en un ritmo que permite saciar el arte del día a día, del tiempo que vuela y que buscamos atraparlo en nuestras manos. Son hechos del mismo los que nos trasladan en un pasado, un presente hacia un futuro que decidimos construir ladrillo por ladrillo, desesperasión por desesperasion
Fueron nuestras ansiosas manos que se encontraron en medio de tanta edificasión, prometiéndose mucho para dar.
Todo parecía resolverse, no hacia falta nada.
Los días fríos comenzaron para que me abrigue en la esperanza de tu pecho, de tu ternura, hasta que termine de congelarme por completo.
Y acá me ves, palpitando una primavera que con sus nubes grises no brilló más que otros años, y acá me ves queriendo romper la pared que construimos, ansiosa, para reparar en vos otra vez, como aquel verano cuando escuchaba la melodia que vos creaste y tanto me gusto. Como aquel verano que te soñé por primera vez y no quise despertar nunca mas.
Ahora solo quiero descongelarme.
Fénix Mars
No hay comentarios:
Publicar un comentario