atónita nuestro encuentro,
bajo su cuerpo danzamos
(cuerpo y alma)
la tierra se vuelve el cielo.
Pesa sobre ambos la calma,
plenitud que mece el viento,
nos desarmamos en suspiros
(cuerpo y alma)
nos fundimos en besos.
No queda mas que enunciar:
estrellas nos volvimos
en nuestro dulce enriedo,
cada vez mas cerca danzamos
(cuerpo y alma)
los astros en nuestro pecho
Fénix-
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