martes, 5 de agosto de 2014

Siempre fui de esas personas fieles a sus instintos,  a mis alborotados accionares conscientes. Me había percatado más de una vez de los engranajes que conforman lo que se palpa a simple vista y de lo que es difícil de ver, sentir, percibir.
En algún punto las cosas solían ser fáciles siendo de esta manera pero la mayoría de las veces era una guerra constante: ser consciente de lo que duele, de mi coraza, de mis reacciones y de todos mis porqués. No me canso de subir y bajar en este vendaval de emociones que arden y hasta acarician, todo depende, de mi, de vos, de los demás , aunque más que nada de lo que tengo por encima de mis hombros.
Hasta ahora nunca había vivido algo como lo que paso, hasta ahora nunca había sentido dentro mío lo que siento. Deje de lado mi prioridad principal, que la mayoría del tiempo recae en mi persona, y no por egoísmo sino por miedo a tener tantas heridas como alguna vez. 

Ahora, mientras voy viajando pienso en qué derivará todo esto, en si realmente debería intentarlo o seguir resguardandome. 
Voy viajando para encontrarte, quizá eso diga más de lo que dice, quizá también me encuentre a mí.



Fénix Mars ~.


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