No pido más que un poco de sombra para tales rayos agobiantes de sol que aunque lo tape con una mano siguen estando ahí, queriendo cubrirme y hacerse de mi sin saber que en este momento no quiero ser más que de una lluvia fresca en tal desquiciado desierto invernal.
Hay tanta mezcla, tantos opuestos juntos en este Agosto que no trae otra cosa que dudas a cualquier pensamiento nuevo hilvanado en esas cabezas caminantes y esos pechos alborotados de pasiones que nacen y terminan, sin adiós, sin prevenir, sin soltarse del todo durante la rapidez de sus pasos.
Y acá estoy, ¿no me ves? me reflejo en el cielo de cristal azul, en las hojas de los arboles que se mecen sin sosegarse pero crecen en fuerza, en belleza, porque repito, por más de que quiera tapar el sol, sigue estando ahí, por más de que necesite la lluvia puedo crecer igual; por más de que no me veas en algún momento me sentirás junto con mi primavera.
Fénix Mars
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