miércoles, 25 de marzo de 2015


Falsedad

Urgían los demonios en su cuerpo, las dualidades nunca fueron buenas para ser procesadas. 
Las victorias se desmoronaban por los fracasos del alma, esos que irrumpen justo cuando parecía que todo iba a repuntar; como un recuerdo vagaban tratando de sumar al ser que indecorosamente caía en redes aleatorias, redes de falsa fe, del falso yo. 
Ni siquiera el más prudente adivino solucionaría tantos refucilos ni siquiera la entrega parcial  de ese cristal, vuelto piedra por el entorno, que marca los latidos de nuestros pasos podría. Solitarios se consumirían en cenizas.
La mente, fiel amiga hasta el delirio espectral, sirve tanto de hilo conductor como de detonante, jamas se apaga por lo que continua con su acecho constante a tanto manojo de bondades alteradas y corazones rotos. Ya no había más que esperar, el otoño tapaba el sol con una mano y se posaba con la otra en los cuerpos para poder así congelar la última llama, escondida, pequeña, de ese calor que se crea dentro, lejos del sol.
Inmóviles ante el viento frío de los primeros días de abril son testigos de como las capas se van cayendo hasta dejar una ínfima raíz que al salvarse conservaría el fuego antes pronunciado para germinar en el más sinuoso bosque, listo para volver a enredarse y que tal vez así haya un nuevo comienzo. Ningún camino carece de dificultades, ninguna vida deja de perecer para encontrarse y volver al ruedo.
Urgían los demonios en su cuerpo, las dualidades nunca fueron buenas para ser procesadas.
Imágenes que van, que vienen, todo el tiempo, preguntándose por la moral de las mismas...imágenes de seres que se posan en los tableros elegidos para sanar, acompañar, dificultar, el próximo paso. Imágenes que quizá no se puedan dejar de sentir.
La sordidez de estos tiempos aleja hasta a uno mismo de su centro, solo algunos se encuentran, otros bailan bajo el cielo de nubes que lloran dudas, un sol lejano , un incorrecto dios.



Fénix Mars-.

viernes, 13 de marzo de 2015

Eterna Inocencia - Tan Lejos


Abre tus ojos... 
y un fuerte golpe contra el muro 
la tierra desdibujada 
y más sombras... 
pilares erosionados del ayer 

Nada de lo construido hasta hoy 
nos pertenece, ni tampoco su ilusión 
Sólo hay vientos y cenizas 
de nuestra fiebre, nuestro fuego y nuestro sol... 

Suerte echada (gira y gira)

Las fechas pasaban, interminablemente. Agobiada la cabeza de este mundo que gira y gira, me mezclo con el. Soy lo estreñido de estos días de cielos absolutamente celestes, puros, que no hacen más que desenvolver la rutina en los hombros de los esperanzados. Aun así quizá todo pueda mejorar.
La balanza siempre esta condicionada por el azar de los controladores que impelen ese gran afán de superación totalmente materialista, por no decir invisible.
Ya queramos nosotros poseer ese magnifico don por unos minutos, un don que bien utilizado podría menguar cualquier llanto del paisaje (el nuestro).
Metas claras se difuminan ante esa maldita empresa que moldea y moldea, castigando así a lo poco que podía quedar en pie de nuestro fuero interno. 
La suerte ya esta echada, ¿no lo he dicho?, las uniones se deshicieron para dar paso a un individualismo absorto en estupideces faranduleras que hacen crear su propia verdad, su propia idea siempre bien apañada por alguien que ni se recuerda el nombre, pero se asegura su existencia. 
Feas realidades comenzaban a desatarse así, porque si el todo se quiebra, se quiebra uno también. Será energía, serán los cosmos, será lo que les hagan creer que sea y lo que otros también querrán creer.
Muchos acallados quieren despertar, muchos ansiosos preparan su revolución.
Se sabe que nunca más se regresa, se sabe que lo engorroso no se borra pero seremos los que seremos para discutirlo gozando de una libertad poco palpable que se acumula en nuestras retinas cuando pensamos o dormimos y así le daremos vida a esa libertad.
Nada pasara ahora pero la espera terminará, Para ese entonces nos reconoceremos en forma de versos, otras en bellas obras, danzas y hasta en una canción; milagrosas manifestaciones  guardaran nuestro nombre, nuestros recuerdos, nuestros legados a la espera de que en otro futuro los que gobiernan sean los gobernados.



...solo para llegar a eso, 
vale la pena el no tan prosaico viaje
de mi mente a mi ser, 
de mi ser a una manifestación, 
de la manifestación al mundo,
ese que gira y gira...

Me mezclo con el.


Fénix Mars

martes, 3 de marzo de 2015


Siluetas

Despertaba de un sueño profundo que parecía haber saciado su cansancio, 
en una cama ajena lejos de sus vestiduras
 veía como  el ventilador de techo hacia girar la habitación entera. 
Un brazo rodeaba su cintura dando la estocada final a lo acontecido horas atrás.
Fue algo casual, conocerse, mirarse y atreverse. 
Las preguntas bajaban junto con los ínfimos rayos de sol que se animaban a salir entre las nubes. 
No se sentía vació, no, se sentía diferente, quizá el, con su inocencia abrazada a la almohada lo hacia, quizá ella con tanto por aflorar también. 
Sin nada que decir, sin nada que deber , llenaban el espacio de caricias invisibles, 
a la regla eran la excepción. 
Perdiéndose entre sabanas con cada encuentro, colgaban el amor en el perchero del cuarto 
solo para ponérselo al salir. 
Ella soñaba, claro que soñaba, pero lejos de caer en cualquier término, en cualquier frase armada y dicha miles de veces sin sentido, prefería quedarse así, 
acobijada entre los versos de amor que podrían ser y los que fueron,
No podía pedir más, después de tantas pinceladas de matices oscuros que habían dejado 
en el lienzo que conformaba su cuerpo,
 era hora de cambiar las reglas, empezar al revés.
Jugaban a llenar algo inllenable, ambos, románticos y traviesos.
Jugaban a desvestirse entre charla y charla, entre cigarrillo y cigarrillo.
La lluvia sonaba por lo bajo al compás de sus respiraciones, 
se dormía una silueta sobre otra esperando el sonar del despertador, 
esperando por dentro un minuto más de un beso que no dejaba de ser prestado.



Fénix Mars-.