lunes, 8 de septiembre de 2014

Atrapasueños

Ya habían pasado 5 meses o quizás 6, 7, no importaba, infinito tiempo para  mi sin encontrarnos. Te encontré en una tarde de sol, en septiembre, caminando por fuera de la universidad, mientras disfrutaba de la compañía de una de mis mejores confidentes. Hablamos de lo que más nos gusta hablar, del mundo, el universo, lo social, lo filosófico, además de contarnos las nuevas noticias. No importaba el tiempo, ni siquiera el pensar que la próxima vez que nos veríamos seria dentro de bastante o poco, ¿Quien sabe? lo que importaba era que extrañaba la magia que ciertas personas ejercían en mi vida. 
Tuve un día rodeada de esa gente, sentirme plena de compartir con el sol que brilla, con las risas que también lo hacen y esa cantidad infinitas de historias para contar:
De que no hay dios, sino energía, una gran fuente de energía que conecta a cada uno de nosotros, nos relaciona y es a su vez la que creo todo, porque hubo un inicio, porque alguien movió los hilos y ese alguien es energía, no es un hombre, solo tiene una forma de llamarse para el común de la sociedad.
De que seria mejor un mundo gobernado por artistas, que ofrezcan un bien común social sin tantos lujos y que le brinden los colores, las notas, los versos que la gente necesita, por no decir la humanidad. 
De que disfrutar una brisa, una danza bajo la lluvia, unos pares de gorriones refrescándose en un charco o un día de sol radiante como el que nos tocó son lo esencial, lo que vale y no debe dejar de apreciarse incluso cuando traten de desviarnos la atención - "nos tapen el sol con la mano"-.
Del amor en estos tiempos donde todo corre e inclusive ya ni queda el tiempo para interesarse en el otro, porque otra vez recaemos, en que a la sociedad la están construyendo para que no piense, no ame, no sienta, se esclavice.
De lo mucho que te extrañaba mi amigo, mis amigos, me quedo con todo, Llámennos locos, lo que deseen, entre tanta mediocridad, entre tanta alteración cefálica, esto es mejor: la belleza de todo lo que nos rodea se aprecia más, y no nos gustaría ser de otra manera.
De tanta charla, anécdotas, y momentos que se recuerdan ( pónganse a pensar en esos que no logramos encontrar en nuestra mente porque están bloqueados y datan de toda una vida entera, la nuestra.) me encuentro no solo con mis compañeros de "campo" sino también con mi ser que me ha acompañado a lo largo de esta travesía  que no deja atrás su encanto por mas que termina volviéndose, de un día para el otro, en algo terrible. Y desata mares. claro que los desata, y hasta sus tempestades parecen infranqueables...aun así, sabemos que tomaran tal vez  días, tal vez meses, tal vez años, tal vez mañana seamos todos flores que dejaron atrás ese capullo que al fin eclosionó para el cambio. 
Me encuentro, te cuento, les cuento, ya cierro este libro, poco a poco sigo creciendo por ahora inmersa en un cielo azul que me sonríe hace meses, esos en los que no tuvimos contacto, paso a paso aunque sienta cierto apuro de a ratos me mantengo y si bien nuestro encuentro llega a su fin, me queda tiempo para abrazarte, darte aliento, decirte por lo bajo que somos muchos en este cuento.

Somos atrapasueños.

Fénix Mars-.



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