Me siento en el noroeste
al calor que emana la tierra húmeda.
El ecosistema se conmueve,
verdes yungas lo tapizan.
Se funde el sol con el viento
y aquí cambio de espacio:
pase de un valle fértil a esta puna,
a este desierto.
Recorro una y otra vez mis memorias,
nazco aquí para morir en invierno.
Con el sur en mis hombros el frió llega;
pastizales secos, quizás nieve.
Me hundo en esta estepa de desamores
para llorar lagos que rodeen sus montañas.
nubes blancas de algodón
en mi marcha se posan suaves.
Centro oeste cordillerano,
dulce vino, sabor a fresas;
la tibieza de los sentimientos que quedaron
roza la herida abierta.
Embalse de emociones se alza,
el viento Zonda arrebata de mis manos
sus caricias, sus miradas,
lo que quedó de mis versos...
Me voy al otro lado del centro:
arbolado de ideas se presenta mi Este
clima templado, azul tranquilizante el cielo;
llegan así las lluvias de verano a mi pecho.
Fénix-.
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