Tragedia

Las paredes rugen alrededor como el silencio en la garganta, en el pecho vaciado por la historia ahora desteñida por la ausencia y las lágrimas que surgieron de ella. Atrapados en libertad mientras lo grave, lo que los oídos de un principio se acostumbraron a oír, retumba ya no con un eco a canción sino de tragedia. 
Es que ya no parece haber un sueño que vengar, es todo tan llano... Que desconsuelo! caminar hacia una pared, que sin sentido gritarle al rojo vivo a un sentir apagado.
Todavía existen los que niegan
todavía los que luchan aunque decidan pararse en la vereda de enfrente a contemplar de a poco la miseria de todos así también las propias. 

Esperar la muerte.

Parece ser que el invierno se acerca cada vez más, aunque nadie sabe que esta estancado en rascacielos, pantallas, en miedos en forma de poemas (los que le escribí alguna vez que jamas serán releídos para encontrarme o si) marchitos ya como el amor y los brazos de tanto esperar.

A veces esta los que se suicidan debajo de un tren, otras los que prefieren apagar el motor que parecía salvarlos.

Fénix Mars