Sabor a tierra mojada, aroma a lluvia que viene.
La tranquilidad se nos regala,
encendemos el fuego,
no hay nada de que preocuparse.
Las vueltas del camino suelen ser así;
mucho verde, mucho gris, ¿Que mas da?.
Hay que consumarnos lento...
Nos confundimos con el paisaje,
damos calor, luces de esperanza
como cenizas de nuestros encuentros.
Vuelta contrarreloj y arrancamos
cantándole al amor,
la compañía,
al viento.
Fenix.-
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